21 junio, 2010

La excepción debería ser norma.

En los últimos años términos como cambio climático, reciclaje, CO2, desarrollo sostenible, ecológico, etc. han entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano a través de los medios de comunicación. Son términos y palabras que en muchas ocasiones siguen siendo ignorados en la práctica a pesar de ser parte de la problemática actual.

Centrándonos en la ley de las tres erres, reducir, reutilizar y reciclar parece que siempre olvidamos la primera. Está muy bien la separación selectiva de nuestros residuos para reciclarlos, pero qué tal si empezamos reduciéndolos. Sabemos que los recursos son finitos pero nuestra capacidad de contaminación y derroche no parece tener fin. Debemos plantearnos todo el ciclo de los productos y servicios que producimos y su impacto social, medioambiental y económico, de eso trata el desarrrollo sostenible.

Desde sector del diseño y la comunicación tenemos un compromiso con la sociedad y el Planeta. Por ello, el proceso de creación debería tener muy en cuenta el impacto que tendrá la producción, distribución y utilización del producto diseñado en el medio ambiente. Además se ha de trabajar en una comunicación responsable que evite las etiquetas verdes y sostenibles sólo como recurso de venta sin que exita un compromiso real por parte de la empresa, dando lugar a lo que se conoce como "ecoblanqueo" o "greenwashing".

Gobiernos, empresas, consumidores, todos deberíamos caminar hacía "lo verde" sin dudas, no por moda, no por marketing, sino por necesidad y sentido común. La excepción debería ser norma en este caso.

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